Serie: CONOCIENDO A LA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO
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Segunda
Parte:
SER LLENOS DEL ESPIRITU SANTO
Efesios
5:15-20 “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como
sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17
Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad
del Señor. 18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución;
antes bien sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con
salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en
vuestros corazones; 20 dando siempre gracias por todo al Dios y
Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”.
¿Quién puede ser lleno del Espíritu Santo?
Todo creyente debería desear ser lleno con el Espíritu Santo, ya que la
llenura del Espíritu Santo no esta reservada sólo para personas privilegiadas o
especiales sino para todo el mundo. Para experimentar la llenura del Espíritu
Santo una persona debe ser cristiana y debe nacer de nuevo.
Cuando Jesús dijo a Nicodemo que tenía que nacer de nuevo, describió la experiencia
de ser nacido del Espíritu. “Lo que es nacido de la carne, carne es y lo que es nacido
del Espíritu, espíritu es”. (Juan 3:6).
El que no tiene al
Espíritu Santo morando dentro de él no es cristiano “Si alguno no tiene el espíritu de Cristo no
es de Él”. (Romanos 8:9) La llenura del Espíritu Santo es sólo para los
cristianos creyentes que quieren ser llenos. Aunque Él mora en todos los
cristianos, no los llena sólo por estar presente. Una persona debe querer, anhelar la llenura del
Espíritu y luego estar dispuesta a ceder a Su control.
La morada del Espíritu
Santo es una presencia permanente, nunca saldrá del corazón al cual ha entrado.
Recuérdese que el Espíritu Santo es el otro consolador. Ha venido para
consolar, guiar, por su propia presencia. Ha venido porque tiene un ministerio
que cumplir con cada cristiano creyente.
¿Qué es la llenura del
Espíritu Santo?
Antes de poder contestar
la pregunta ¿Cómo puedo ser lleno del Espíritu Santo? debemos saber qué es la
llenura del Espíritu Santo. La llenura del Espíritu Santo es la influencia o el
control que éste ejerce sobre nosotros, cuando nos entregamos a Él. El Espíritu
de Dios, quien nos ha dado vida nueva y ha hecho su residencia en nosotros,
quiere llenar nuestras vidas con su bondad y poder. Nos llena únicamente cuando
nos sometemos a Él. En este sentido, entonces, ser llenos del Espíritu Santo
significa que nos hemos colocado bajo su influencia y control. Nos hemos
entregado a Él, dejándole que tome control de nuestra vida.
La mente de una persona
puede estar llena de pensamientos que van a influir fuertemente en todo lo que esa
persona piensa o hace. Por ejemplo, una persona puede estar llena de: ira, tristeza, temor, orgullo, celos,
remordimientos y ansiedades. Nada de eso es bueno, pues esas cosas van a
influenciar de manera negativa la conducta y los pensamientos de la persona. Si
estamos llenos de ira, ésta nos influirá hasta tal punto que diremos y haremos
cosas de las cuales nos vamos a arrepentir.
La Biblia misma usa la
palabra «lleno» de la misma forma para referirse al Espíritu Santo. Ser lleno
de algo significa estar bajo su control. Esta verdad se afirma claramente
respecto al Espíritu Santo. Efesios 5:18 “No os embriaguéis con vino, en lo cual hay
disolución; antes bien sed llenos del Espíritu”.
Pablo usó esta analogía
porque una persona que se intoxica con alcohol se coloca bajo su influencia o
control. De la misma manera, un cristiano que se somete a la guía del Espíritu
Santo que mora en él se coloca bajo su influencia y control. En ambos casos, tanto
la persona que consume suficiente alcohol como para emborracharse como el
cristiano que se entrega al Espíritu Santo se ha colocado bajo el control de
algo o de alguien fuera de sí mismo.
Ser llenos del Espíritu Santo implica cuatro cosas esenciales:
1- Ser Cristo céntrico - El primer
elemento esencial para ser llenos del Espíritu es centrar nuestras vidas en
Jesucristo. Él debe ser el punto central de nuestros pensamientos y
aspiraciones. En todo lo que hagamos, debemos seguir su ejemplo y hacer su
voluntad conscientemente. Cuando somos Cristo céntricos agradamos al Espíritu
Santo porque eso es lo que Él quiere que hagamos. De hecho,
Jesús dijo: «El me glorificará;
porque tomará de lo mío, y os lo hará saber» Juan 16:14.
2- Leer la Biblia - Dele a la Biblia
amplia cabida en su vida, leyéndola, estudiándola y reflexionando lo que enseña.
La Biblia fue inspirada por el Espíritu Santo y es «útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» 2 Timoteo 3:16-17. La
Palabra es la espada del Espíritu (Efesios 6:17). La Palabra penetra como lo
hacía el cuchillo del sacrificador en el A.T. Hebreos 4:12-13
3- Ser sumiso a Dios - El tercer
elemento esencial para una vida llena del Espíritu es ser sumiso a
Dios y a su Palabra.
Pablo demostró esta actitud, una persona que está embriagada se encuentra bajo
la influencia del alcohol. Si está muy ebria, está controlada por el alcohol.
Una persona que deje que el Espíritu Santo la llene se coloca consciente y
voluntariamente bajo la influencia o el control de Dios. No es que pierda el
dominio propio. De hecho, lo ejerce mucho más que una persona que no tiene al
Espíritu Santo. Cuando un cristiano se somete al Espíritu Santo está libre de
la esclavitud del pecado y de los hábitos que antes le controlaban.
4- Tener confianza - El cuarto
elemento esencial para ser lleno del Espíritu es tener confianza. No tiene que
preguntarse si es lo suficientemente espiritual como para ser lleno del
Espíritu. Tampoco tiene que compararse con otros creyentes. No tiene que seguir
buscando una señal espectacular del cielo. Más bien puede saber con absoluta
certeza que puesto que está haciendo su parte, Dios está haciendo la suya. Y
esta confianza le ayudará a vivir día a día en la seguridad de que está lleno del
Espíritu Santo.
El andar en el Espíritu es un andar de
confianza en Dios que produce victoria espiritual:
1- Una continua conciencia de la presencia del
Espíritu. 1 Corintios
6:19-20 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu
Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios
en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”.
2-
Una dependencia consciente del poder del Espíritu. Efesios 5:18 “No os
embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu.”
3-
Una aceptación de la ayuda del Espíritu para
cumplir la ley de Dios. Romanos 8:4 “Para que la justicia de la ley se cumpliese en
nosotros que no andamos conforme a la carne sino conforme al Espíritu”.
4- Una renuncia deliberada a la carne. Efesios 4:22 22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del
viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, 23 y
renovaos en el espíritu de vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”.
5-
Un rechazo voluntario al pecado. Romanos 6:1-2 “¿Qué, pues,
diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? 2 En
ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
6-
Una búsqueda decidida de lo que es correcto.
Puede estar seguro de que
Dios ha hecho su parte al perdonarnos y darnos el poder para lograr la victoria
espiritual. Puede avanzar con un corazón lleno de confianza y el conocimiento
de que es lleno del Espíritu Santo. Sin embargo, cuando Pablo describió los
resultados de estar lleno del Espíritu Santo, no mencionó el hablar en lenguas
ni una sensación de estremecimiento. Pero sí dijo: «Efesios 5:19-21 “hablando entre vosotros con
salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en
vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el
nombre de nuestro Señor Jesucristo”.
Una persona que está llena del Espíritu Santo
lo sabe por cuatro evidencias:
1-
Evidencia de gozo y comunión - La
primera evidencia de estar lleno del Espíritu Santo es una gozosa comunión con
otros cristianos. Pablo la describió como «hablando entre vosotros con salmos, con himnos y
cánticos espirituales» (v. 19). Los textos de estos cánticos a
menudo adoptan la forma de exhortación mutua.
2- Alabanza
sincera - El
segundo resultado de ser lleno del Espíritu Santo es una sincera alabanza a
Dios:
3-
Una profunda
gratitud - La tercera evidencia de ser lleno del Espíritu Santo es una profusa
gratitud: «Dando
siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo» (v. 20). En sus cartas, Pablo daba gracias a Dios una y
otra vez, y exhortaba a sus lectores a imitar su ejemplo. Filipenses 1:3 “Doy gracias a
mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, 4 siempre en todas mis
oraciones rogando con gozo por todos vosotros, 5 por vuestra
comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora; 6 estando
persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
4- Una sumisión
reverente - La cuarta manera de saber si somos llenos del Espíritu Santo es por medio
de una sumisión reverente: «Someteos unos a otros en el temor de Dios» (v. 21).
Una persona llena del Espíritu es humilde, amable y mansa. No es orgullosa,
agresiva ni arrogante. Su reverencia a Cristo es la fuente de su humildad y
posee un espíritu de siervo y no le resulta difícil someterse a sus hermanos en
la fe.
Continúa…. |
Wednesday, October 10, 2012
SER LLENOS DEL ESPIRITU SANTO (PARTE 2)
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