SERIE: CONOCIENDO A LA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO
|
Tercera Parte:
LA TAREA DEL ESPIRITU SANTO EN EL MUNDO
LA ENSEÑANZA:
El Espíritu Santo es una persona divina, espiritual y por lo tanto
participa de todos los atributos de la Deidad. La tarea del Espíritu Santo es
santificar, o sea hacer santos a todos los que vienen a Cristo y que sean
enseñados por Él.
En el A.T. una de las Palabras más importantes es la Torah, y cuando se habla de la Torah se está hablando de ley y de instrucción. La Torah
significa discernir, iluminar, disciplinar, alimentar, dirigir.
En el N.T. una de las
tareas más importantes de Cristo fue la enseñanza. Cristo vino al mundo a
revelar al Padre. Revelar de
acuerdo a la Biblia significa “correr
el velo, para que podamos ver como es Dios”. Tanto en el A.T. como en
el N.T. el Padre celestial ha querido revelar al hombre; ¿Quien es El? Es
revelar el corazón del Padre a través de las enseñanzas del Espíritu Santo de
Dios.
Las enseñanzas de Jesús
no solamente tuvieron la finalidad de impartir conocimiento, sino de crear discípulos. Cuando se
crean discípulos se crean personas capacitadas en conocimiento y en revelación
de Dios. Es importante entender que el Espíritu Santo ha sido enviado para
continuar la obra que Cristo comenzó como maestro de la iglesia. Entonces los
creyentes pueden hablar de las cosas reveladas por Dios, “No con palabras enseñadas por sabiduría
humana, sino con las que enseña el Espíritu”. I Corintios 2:13
El Espíritu Santo les
recordaría a los discípulos todo lo que el propio Señor Jesucristo les había
dicho. Les enseñaría verdades nuevas y les recordaría otras ya conocidas. La guía
del Espíritu fue necesaria para ellos como lo es para nosotros. La revelación
del Canon de las Sagradas Escrituras esta completo,
cerrado y sellado. No le falta añadiduras, pero la obra de enseñanza del
Espíritu Santo continúa para que el creyente entienda lo que en este libro ha
sido revelado.
Requisitos para nosotros ser enseñados por el Espíritu Santo:
Entrega
a Dios - 10 Porque como desciende
de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra,
y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino
que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que la envié.
Isaías 55:10-11 El objetivo del estudio de la Palabra no es la
predicación, sino la transformación de la vida del creyente.Nadie puede aprender nada de significado espiritual sino es enseñado por Dios. Es el Espíritu que relaciona las verdades de la Palabra con las necesidades de cada uno. No habrá poder ni eficacia en el ministerio que usted está trabajando, si usted no está rendido a Dios. La vida espiritual de cada líder en la iglesia demanda búsqueda de la Presencia de Dios.
Ni los que enseñan,
ni los que quieren aprender deben olvidar que el hombre espiritual juzga o
discierne todas las cosas. I Corintios 2:15-16 “14 Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque le son locura; y no las puede comprender, porque se
han de discernir espiritualmente. 15 En
cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, mientras que él no es juzgado por
nadie. 16 Porque, ¿quién conoció la mente
del Señor? ¿Quién le instruirá? Pero
nosotros tenemos la mente de Cristo.”
En cambio el carnal no puede entender la
palabra porque es niño, porque su mente y su corazón no están en armonía con el
Espíritu. La carnalidad inhibe la profundidad del Espíritu.
Dependencia del Espíritu - Hay un
elemento fundamental que distingue la enseñanza cristiana de la secular; es la
necesidad que tienen los maestros, predicadores y oyentes de depender del
Espíritu Santo. Depender significa vivir de los recursos de otro.
La verdadera meta de la enseñanza
bíblica es mucho más que la adquisición de conocimiento, es lograr que los que
oyen perciban la voz de Dios y estén
dispuestos a obedecer antes que Dios hable. Todo creyente está llamado a ser un instrumento en las manos de Dios. Alguien que está dispuesto a sembrar, plantar y regar la Palabra de Dios, porque el crecimiento lo da Dios. I Corintios 3:6 El creyente va a depender del Espíritu para captar el mensaje y para transmitirlo. Cualquiera que sea el don que el creyente desarrolle, tiene que trabajar con su Biblia, porque es la fuente para su desarrollo.
Hay seis
testimonios en las Sagradas Escrituras
El testimonio de las Sagradas Escrituras:
El propósito del A.T. es dar al mundo el
testimonio de la venida del Mesías, el Ungido de Dios, que sería el Salvador
del mundo. A los hombres del N.T. les fue revelado el evangelio de Jesucristo y
cuando los tiempos fueron cumplidos, Dios envió a su Hijo, hecho de mujer
nacido bajo la ley, para redimir a la humanidad. El se sometió a la muerte para
que las Escrituras se cumpliesen.
El testimonio
de Dios el Padre:
…Estas obras que yo hago dan testimonio
de mi, que el Padre me ha enviado.” San Juan 5:36
El secreto de la vida de Cristo es la comunión con el
Padre. Cuando el Padre abrió los cielos, fue para hablar de su Hijo.
El testimonio de Cristo:
San Juan 1:18 “A Dios nadie le ha
visto jamás; el Dios único que está en el seno del Padre, él le ha dado a
conocer.” Quiere
decir que Cristo es el testimonio de Dios, El ha dado a conocer al Padre. San Juan 8:18 “Yo
soy el que doy testimonio de mi mismo y el Padre que me envió da testimonio de
mi.”
El testimonio
del Espíritu Santo:
Es muy amplio en las Sagradas Escrituras. Continuar la
obra de Cristo de enseñanza y convencer a todo hombre de pecado, de justicia y
de juicio.
El testimonio
Apostólico:
El Espíritu Santo fue enviado para apoyar el testimonio
de los apóstoles. Los apóstoles tuvieron una experiencia de conocimiento
personal con el Señor. Le oyeron hablar, le vieron, le palparon.
El testimonio
Personal:
El Señor después de hablar en Juan 15:26 del testimonio
del Espíritu, agrega: “Y vosotros daréis testimonio también…” (v.27) Aquí hay que detenerse, porque se demanda de todos los
que comunican el evangelio de nuestro Señor Jesucristo que tengan una
experiencia personal. En otras palabras antes de presentar a un Señor Dios que
perdona, nosotros debemos sentir el perdón de nuestros pecados. La predicación
del evangelio es tarea de testigos. La tarea nuestra es la de dar testimonio de
Cristo. El testimonio abarca a todo creyente.
La base para el testimonio personal es la Palabra de
Dios. San Juan
15:7 “Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo
que queréis y os será hecho.” Es la obra del Espíritu Santo lo que
permite que el creyente sea un testigo viviente. La evangelización del mundo es
una tarea que Dios le encomendó a la iglesia. La propagación y la extensión del
evangelio en el mundo no es el resultado de grandes y masivas campanas evangelísticas,
más bien es el resultado del testimonio de miles de creyentes acerca de su
experiencia con Cristo. ¿Cuál es la experiencia que has tenido con Dios? Por lo
tanto cada creyente tiene una responsabilidad que le ha sido impuesta, es la
tarea de testificar de Cristo y de su evangelio.
CONVENCER DE
PECADO
En el idioma griego es “elencho”
que significa traer luz, dar convicción. En algunos lugares se usa la misma
palabra para mostrar a la gente sus pecados y llamarlas al arrepentimiento. Dios
educa también mediante la reprensión o sea mediante la disciplina.
Hebreos 12:4-11 “Porque aún no
habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; 5 y
habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo
mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres
reprendido por él; 6 Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota
a todo el que recibe por hijo. 7 Si soportáis la disciplina, Dios os
trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8
Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido
participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra
parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los
venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y
viviremos? 10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos
disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es
provechoso, para que participemos de
su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente
parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de
justicia a los que en ella han sido ejercitados.”
Lo que sucede es que sin la convicción del Espíritu Santo
los hombres tienen un cierto orgullo de superioridad, lo cual esta en el ego
del ser humano. Por eso el Espíritu Santo convence o redarguye a los hombres a no
creer no en ellos sino en Dios. No sé si usted se ha dado cuenta que todo
pecado es esencialmente incredulidad. La maldad del hombre consiste en rehusar
confiar en Cristo.
CONVENCER DE
JUSTICIA
En la cruz ha habido un cambio de roles, la
cruz es un lugar de transferencia. Pablo lo expresa en: 2
Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” El Señor vino
a ocupar el lugar del culpable para que el culpable fuera declarado justo. A Él
le fue transferido nuestro pecado, para que nosotros viniésemos a ser justicia
de Dios en Él.
Es tarea del Espíritu Santo convencer al
pecador de que la justicia para él está disponible únicamente en aquel que pasó
de la cruz a la presencia del Padre. Para que un pecador reciba la justicia de
Cristo tiene que renunciar a su propia justicia. Esto es lo que el apóstol
Pablo declaró en Filipenses
3:9 “y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley,
sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.”
CONVENC E DE
JUICIO
San Juan 16:11 “y de juicio por
cuanto el príncipe de este mundo ha sido juzgado.” Aquí
el Señor se refiere al juicio de Satanás y lo da como ya cumplido. La obra de
juicio mencionada aquí es la derrota de Satanás en la cruz del Calvario. Colosenses 2:15 “Y
despojando a los principados y a las potestades los exhibió públicamente
triunfando sobre ellos en la cruz.”
Continúa… |
Wednesday, October 10, 2012
LA TAREA DEL ESPIRITU SANTO EN EL MUNDO (PARTE 3)
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment