Wednesday, October 10, 2012

LA TAREA DEL ESPIRITU SANTO EN EL MUNDO (PARTE 3)



SERIE: CONOCIENDO A LA PERSONA DEL ESPÍRITU SANTO


Tercera Parte:
LA TAREA DEL ESPIRITU SANTO EN EL MUNDO

LA ENSEÑANZA:
El Espíritu Santo es una persona divina, espiritual y por lo tanto participa de todos los atributos de la Deidad. La tarea del Espíritu Santo es santificar, o sea hacer santos a todos los que vienen a Cristo y que sean enseñados por Él.
En el A.T. una de las Palabras más importantes es la Torah, y cuando se habla de la Torah se está hablando de ley y de instrucción. La Torah significa discernir, iluminar, disciplinar, alimentar, dirigir.
En el N.T. una de las tareas más importantes de Cristo fue la enseñanza. Cristo vino al mundo a revelar al Padre. Revelar de acuerdo a la Biblia significa correr el velo, para que podamos ver como es Dios”. Tanto en el A.T. como en el N.T. el Padre celestial ha querido revelar al hombre; ¿Quien es El? Es revelar el corazón del Padre a través de las enseñanzas del Espíritu Santo de Dios.

Las enseñanzas de Jesús no solamente tuvieron la finalidad de impartir conocimiento, sino de crear discípulos. Cuando se crean discípulos se crean personas capacitadas en conocimiento y en revelación de Dios. Es importante entender que el Espíritu Santo ha sido enviado para continuar la obra que Cristo comenzó como maestro de la iglesia. Entonces los creyentes pueden hablar de las cosas reveladas por Dios, “No con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu”. I Corintios 2:13    
El Espíritu Santo les recordaría a los discípulos todo lo que el propio Señor Jesucristo les había dicho. Les enseñaría verdades nuevas y les recordaría otras ya conocidas. La guía del Espíritu fue necesaria para ellos como lo es para nosotros. La revelación del Canon de las Sagradas Escrituras esta completo, cerrado y sellado. No le falta añadiduras, pero la obra de enseñanza del Espíritu Santo continúa para que el creyente entienda lo que en este libro ha sido revelado.

Requisitos para nosotros ser enseñados por el Espíritu Santo:
Entrega a Dios - 10 Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, 11 así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que la envié. Isaías 55:10-11 El objetivo del estudio de la Palabra no es la predicación, sino la transformación de la vida del creyente.
Nadie puede aprender nada de significado espiritual sino es enseñado por Dios. Es el Espíritu que relaciona las verdades de la Palabra con las necesidades de cada uno. No habrá poder ni eficacia en el ministerio que usted está trabajando, si usted no está rendido a Dios. La vida espiritual de cada líder en la iglesia demanda búsqueda de la Presencia de Dios.
Ni los que enseñan, ni los que quieren aprender deben olvidar que el hombre espiritual juzga o discierne todas las cosas. I Corintios 2:15-16 “14 Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura; y no las puede comprender, porque se han de discernir espiritualmente. 15 En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, mientras que él no es juzgado por nadie. 16 Porque, ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá?  Pero nosotros tenemos la mente de Cristo.  En cambio el carnal no puede entender la palabra porque es niño, porque su mente y su corazón no están en armonía con el Espíritu. La carnalidad inhibe la profundidad del Espíritu.
Dependencia del Espíritu -  Hay un elemento fundamental que distingue la enseñanza cristiana de la secular; es la necesidad que tienen los maestros, predicadores y oyentes de depender del Espíritu Santo. Depender significa vivir de los recursos de otro. La  verdadera meta de la enseñanza bíblica es mucho más que la adquisición de conocimiento, es lograr que los que oyen perciban la voz  de Dios y estén dispuestos a obedecer antes que Dios hable.  
Todo creyente está llamado a ser un instrumento en las manos de Dios. Alguien que está dispuesto a sembrar, plantar y regar la Palabra de Dios, porque el crecimiento lo da Dios. I Corintios 3:6 El creyente va a depender del Espíritu para captar el mensaje y para transmitirlo. Cualquiera que sea el don que el creyente desarrolle, tiene que trabajar con su Biblia, porque es la fuente para su desarrollo. 
Hay seis testimonios en las Sagradas Escrituras
El testimonio de las Sagradas Escrituras:
El propósito del A.T. es dar al mundo el testimonio de la venida del Mesías, el Ungido de Dios, que sería el Salvador del mundo. A los hombres del N.T. les fue revelado el evangelio de Jesucristo y cuando los tiempos fueron cumplidos, Dios envió a su Hijo, hecho de mujer nacido bajo la ley, para redimir a la humanidad. El se sometió a la muerte para que las Escrituras se cumpliesen.  

El testimonio de Dios el Padre:
…Estas obras que yo hago dan testimonio de mi, que el Padre me ha enviado.” San Juan 5:36
El secreto de la vida de Cristo es la comunión con el Padre. Cuando el Padre abrió los cielos, fue para hablar de su Hijo.

El testimonio de Cristo:
San Juan 1:18 “A Dios nadie le ha visto jamás; el Dios único que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”  Quiere decir que Cristo es el testimonio de Dios, El ha dado a conocer al Padre. San Juan 8:18 “Yo soy el que doy testimonio de mi mismo y el Padre que me envió da testimonio de mi.”

El testimonio del Espíritu Santo:
Es muy amplio en las Sagradas Escrituras. Continuar la obra de Cristo de enseñanza y convencer a todo hombre de pecado, de justicia y de juicio.

El testimonio Apostólico:
El Espíritu Santo fue enviado para apoyar el testimonio de los apóstoles. Los apóstoles tuvieron una experiencia de conocimiento personal con el Señor. Le oyeron hablar, le vieron, le palparon.
El testimonio Personal:
El Señor después de hablar en Juan 15:26 del testimonio del Espíritu, agrega: “Y vosotros daréis testimonio también…” (v.27) Aquí hay que detenerse, porque se demanda de todos los que comunican el evangelio de nuestro Señor Jesucristo que tengan una experiencia personal. En otras palabras antes de presentar a un Señor Dios que perdona, nosotros debemos sentir el perdón de nuestros pecados. La predicación del evangelio es tarea de testigos. La tarea nuestra es la de dar testimonio de Cristo. El testimonio abarca a todo creyente.

La base para el testimonio personal es la Palabra de Dios. San Juan 15:7 “Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho.” Es la obra del Espíritu Santo lo que permite que el creyente sea un testigo viviente. La evangelización del mundo es una tarea que Dios le encomendó a la iglesia. La propagación y la extensión del evangelio en el mundo no es el resultado de grandes y masivas campanas evangelísticas, más bien es el resultado del testimonio de miles de creyentes acerca de su experiencia con Cristo. ¿Cuál es la experiencia que has tenido con Dios? Por lo tanto cada creyente tiene una responsabilidad que le ha sido impuesta, es la tarea de testificar de Cristo y de su evangelio.

CONVENCER DE PECADO
En el idioma griego es “elencho” que significa traer luz, dar convicción. En algunos lugares se usa la misma palabra para mostrar a la gente sus pecados y llamarlas al arrepentimiento. Dios educa también mediante la reprensión o sea mediante la disciplina.
Hebreos 12:4-11 “Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; 5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; 6 Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo. 7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. 9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? 10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad. 11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.”
Lo que sucede es que sin la convicción del Espíritu Santo los hombres tienen un cierto orgullo de superioridad, lo cual esta en el ego del ser humano. Por eso el Espíritu Santo convence o redarguye a los hombres a no creer no en ellos sino en Dios. No sé si usted se ha dado cuenta que todo pecado es esencialmente incredulidad. La maldad del hombre consiste en rehusar confiar en Cristo.

CONVENCER DE JUSTICIA
En la cruz ha habido un cambio de roles, la cruz es un lugar de transferencia. Pablo lo expresa en:      2 Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” El Señor vino a ocupar el lugar del culpable para que el culpable fuera declarado justo. A Él le fue transferido nuestro pecado, para que nosotros viniésemos a ser justicia de Dios en Él.
Es tarea del Espíritu Santo convencer al pecador de que la justicia para él está disponible únicamente en aquel que pasó de la cruz a la presencia del Padre. Para que un pecador reciba la justicia de Cristo tiene que renunciar a su propia justicia. Esto es lo que el apóstol Pablo declaró en Filipenses 3:9 “y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.”      

CONVENC E DE JUICIO
San Juan 16:11 “y de juicio por cuanto el príncipe de este mundo ha sido juzgado.”  Aquí el Señor se refiere al juicio de Satanás y lo da como ya cumplido. La obra de juicio mencionada aquí es la derrota de Satanás en la cruz del Calvario. Colosenses 2:15 “Y despojando a los principados y a las potestades los exhibió públicamente triunfando sobre ellos en la cruz.” 
Continúa…

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