Friday, November 2, 2012

EL ESPIRITU SANTO FORTALECE AL CREYENTE - Octava Parte



Octava Parte:

EL ESPIRITU SANTO   

FORTALECE AL CREYENTE




Efesios 3:14-21 “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”
Todo este pasaje es una oración de intercesión ferviente a favor de sus hermanos los Efesios. ¿Qué pide el Apóstol Pablo para ellos? Lo que pide es que la iglesia constituida por judíos y gentiles, la iglesia que es una morada de Dios en el Espíritu. (Efesios 2:20), esta iglesia sea plenamente consciente de las bendiciones que ha recibido, para que las viva ahora y hoy. Esta intercesión marca cuatro peticiones muy importantes:
1- El fortalecimiento del hombre interior
2- El habitar de Cristo en el corazón
3- El ser arraigados en amor para un mayor conocimiento del amor de Cristo
4- El ser lleno de la plenitud de Dios
Estas cuatro peticiones marcan la intercesión del Apóstol Pablo, que quiere que sus hermanos los Efesios comprendan como el Espíritu Santo fortalece al creyente. Lo primero que dice el texto es: “Por esta causa” por esta razón ante la gracia de Dios que nos une, que nos ha hecho un templo vivo para Dios. ¿Cuál es la enseñanza aquí? Que el fundamento para la oración no reside en lo que necesitamos o en lo que queremos, sino en apreciar lo que la gracia de Dios quiere concedernos. El estimulo para la oración no es nuestra necesidad sino lo que Dios quiere hacer en su propósito.
Tenemos que entender que el Dios al cual nos dirigimos es soberano sobre todas las cosas y accesible a nuestras oraciones. Esto quiere decir que Dios escucha nuestras peticiones con el mismo corazón de Padre con que escucha a su amado Hijo Jesucristo. Las oraciones siempre son dirigidas al Padre. Nótese aquí que la oración es para que el Espíritu Santo obre, pero la petición se dirige al Padre y no al Espíritu Santo.
La oración moviliza los recursos de Dios: 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, Dios no contesta conforme a nuestra estrechez de nuestro corazón. ¿Por qué? Porque Dios da conforme a las riquezas de su gloria. Lo que Dios da conforme a las riquezas de su gloria es para fortalecer al hombre.




I- Primera Petición - El Fortalecimiento del Hombre Interior:
Este fortalecimiento es para el hombre de Dios, pero para el hombre interior. ¿Qué es el hombre interior? Es el hombre renovado por el Espíritu Santo al cual Dios le ha dado la capacidad de recibir mayor conocimiento espiritual. Es el hombre regenerado que ha resucitado espiritualmente, este hombre ahora debe ser fortalecido. El fortalecimiento es para adquirir conocimiento.
Es el hombre interior el que puede deleitarse en la ley de Dios y experimentar diariamente la renovación espiritual. El Espíritu Santo tiene pleno acceso al espíritu humano revelando que toda gracia será provista y toda victoria será obtenida.
La fortaleza que proviene del Espíritu Santo demanda del hombre interior Una mente iluminada: Este hombre convertido ya no va a pensar ni juzgar las cosas como lo hacía antes, porque comienza a interesarle las cosas del Espíritu, algo que antes nunca le intereso. Ahora este hombre adquiere discernimiento espiritual el cual no debe ser confundido con la experiencia que nos dan los anos, ni es algo que puede ser obtenido si usted no esta comprometido con la verdad de Dios.
El creyente entregado a Dios, posee un aumento de la visión interior que el creyente carnal no tiene. La mente tiene que ser renovada porque una mente no renovada no capta las señales que Dios da en la Palabra y es incapaz de ser llenada con la plenitud de Dios.
Lo que se trata en todo caso es que tengamos la mente de Cristo porque es una mente que procede de Dios. Dios no da esta mente al perezoso que descuida las Escrituras, que no lee la Biblia y ni siquiera se esfuerza en venir a la iglesia. Se requiere del creyente que dependa del Espíritu para tener el discernimiento espiritual.
La voluntad tiene que ser vigorizada para que nos fijemos metas, ya que la tendencia es olvidarnos de Dios. El pecado mata la voluntad. ¿Para qué tiene que ser fortalecida la voluntad? Para liberarla del dominio del pecado e inclinarla a la voluntad de Dios.
Dios tiene que quebrantar nuestra voluntad para implementar la SUYA. El quebrantamiento del corazón es una gran riqueza y consiste en que el creyente se mire como lo que es: Vil. Nadie tiene para sí un camino mejor que el que Dios tiene. Dios ha tomado nuestra causa, nuestro destino en sus manos. Jeremías 10:23 “Conozco oh Jehová que el hombre no es Señor de su camino…”



II- Segunda Petición – El habitar de Cristo en el Corazón:
“para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones…” La meta de Pablo se dirige a personas que ya eran creyentes. Pablo no esta orando por su conversión. La morada de Cristo en el creyente es una cuestión de permanencia. Juan 14:21 “El que tiene mis mandamientos y los guarda ese es el que me ama y el que me ama será amado por mi Padre y yo le amare y me manifestare a él.”
Y agrega en el (v. 23) “El que me ama mi Palabra guardara y mi Padre le amaray vendremos a El y y haremos morada con El.”
El Señor no solo habla de tener los mandamientos sino de también de guardarlos, de observarlos en la vida diaria. Hay que subrayar que la prueba de que amamos a Dios no es nuestra reacción emotiva. La prueba del verdadero amor es la obediencia. Dios nos esta diciendo que el amor a Él, no es cuestión de Palabras. Se tiene que mostrar en hechos, en vida en carácter.


III - El ser arraigados en amor para un mayor conocimiento del amor de Cristo:
Efesios 3:18 “seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.” Aprender a apropiarse del amor de Cristo que excede a todo conocimiento. El amor divino solo puede ser comprendido a través de la obediencia de corazón.


IV- Lleno de toda la Plenitud de Dios:
La iglesia es la plenitud de Cristo. La plenitud de Cristo es toda la esencia de Dios que reside en el. Es la suma de sus atributos. El es el único mediador entre Dios y el mundo. Hay una manera de captar su plenitud y es mediante el estudio de las Sagradas Escrituras, de las bendiciones que El ha ganado para ti, de su función sacerdotal, etc.

No comments:

Post a Comment